Durante sus primeros años de existencia, con medios muy exiguos, permanecieron siempre ajenos a los campeonatos locales y en 1929, arrastrados por la tendencia general que había en todo el país con la creación de las Ligas profesionales, lograron poner una pica en Flandes apuntándose al torneo organizado por la F.U.E. Ahora, las mangas de las camisetas van cosidas aparte, y las franjas se cortan a llegar a éstas. A priori, optar por el blanco y negro no es mala idea, pero si la de 1990 triunfaba era por el pegotazo de color que le ponía al siempre soso uniforme alemán.