Literalmente, un regalo sin espinas, pues el producto tiene un acabado fino que se convertirá en una decoración para recordar el cariño todos los días. Hablar, esa vía de comunicación abierta que es el mejor regalo. Puede que lo tuyo sea un buen gintonic. El color verde oscuro viene a representar el paisaje urbano de la ciudad, mientras que el toque en granate es un guiño a los ladrillos rojos tan representativos de su arquitectura.