Fue descrito por el entonces director técnico Jupp Heynckes como el mejor centrocampista del mundo y Heynckes esperaba que bien, Schweinsteiger, Ribéry o Thomas Müller ganaran el Balón de Oro. Los tres choques clasificatorios siguientes, ya con Clemente como seleccionador, acabarían en empate a cero. Marcó el gol del empate contra el Manchester United en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones de la UEFA 2013-14 en Old Trafford, supervigo pero vio una tarjeta roja después.