Para cumplir con las exigencias del seleccionador argentino, Carlos Bilardo, la marca Le Coq Sportif debía diseñar un nuevo modelo para el partido ante Inglaterra por los Cuartos de Final en el Mundial de México 1986. A 48 horas del encuentro, La Albiceleste no tenía camiseta y la marca encargada les aviso que sería imposible hacerle llegar una nueva indumentaria por lo que Rubén Moschella, delegado de la selección, salió a comprar camisetas para el compromiso y los modelos que encontró no eran del agrado de Bilardo, pero a Diego Armando Maradona le encantó la camiseta azul celeste por lo que el estratega decidió usar esa remera.