Sus franjas negras y blancas, enmarcan a la perfección el logotipo del Club y es una visión de simplicidad. El primer partido en la historia del club, momento icónico en donde los jugadores de la época llevaron esta camiseta de rayas azules y blancas, se produjo el 2 de mayo de 1903 en un choque que enfrentó a 24 socios del conjunto rojiblanco. El partido se celebró en el Campo del Retiro y enfrentó a dos equipos de doce jugadores, todos ellos socios.