Supo reservar lo mejor del repertorio táctico, físico y técnico para competir ante su principal adversario en la lucha por la hegemonía europea. El último obstáculo antes de viajar a Barcelona era el pujante Milan de Silvio Berlusconi y Arrigo Sacchi, un técnico revolucionario al que su peculiar presidente proporcionó las piezas necesarias para llevar a cabo la obra maestra. El fútbol va más allá de los estadios y las camisetas de los clubes ya forman parte de la moda urbana.