Del igual modo los equipos filiales solo pueden alinear jugadores menores de 23 años y no pueden subir más allá de la tercera división. En los años 1990 se permitió que cada club pudiera inscribir hasta cinco extranjeros, lo que sumado a los elevados salarios convirtió a este torneo en un lugar de retiro para las estrellas del fútbol europeo y sudamericano.