El derbi vasco entre Real Sociedad y Athletic Bilbao siempre promete intensidad, y la última edición no fue la excepción. La Real Sociedad, consciente de la agresividad y presión del rival, planteó un esquema táctico que equilibraba defensa sólida y proyección ofensiva. Desde el inicio, se percibió que los jugadores buscaban consolidar la posesión y controlar los espacios, mientras la afición apoyaba al equipo luciendo la camiseta real sociedad barata, símbolo del compromiso y la pasión por su club.
El equipo de Imanol Alguacil se organizó con una línea defensiva compacta formada por Robin Le Normand y Aritz Elustondo, mientras los laterales José Ángel Esmorís «Cote» y Andoni Gorosabel equilibraban defensa y ataque. El portero Álex Remiro mantenía la comunicación con la zaga, anticipando movimientos y cortando líneas de pase, lo que permitió al equipo conservar la posesión incluso en situaciones de presión intensa del Athletic.
En el medio campo, Martin Zubimendi y Mikel Merino desempeñaron un papel crucial. Además de recuperar balones, distribuyeron juego de manera inteligente, generando superioridad en zonas intermedias. Esto facilitó transiciones rápidas y permitió que los extremos Riqui Puig y Takefusa Kubo recibieran el balón en situaciones de ventaja. La coordinación entre líneas fue evidente, demostrando que la Real Sociedad no solo buscaba defender, sino también controlar el ritmo del partido.
El despliegue táctico también incluía movimientos sincronizados en presión alta. Al perder la pelota, los jugadores se replegaban en bloque compacto, reduciendo espacios y obligando al Athletic a retrasar sus ataques. Esta estrategia permitió recuperar balones en zonas cercanas al área rival y generar ocasiones de peligro en contragolpe. La lectura del juego por parte de los defensas y mediocampistas fue fundamental para mantener el equilibrio entre seguridad y proyección ofensiva.
En fase ofensiva, Alexander Isak y Carlos Fernández lideraron las acciones, combinando ataques por las bandas con apoyos cortos entre mediocampistas, creando superioridad numérica en zonas estratégicas. Las jugadas ensayadas y la movilidad constante complicaron la defensa rival, que tuvo dificultades para anticiparse a los movimientos del conjunto donostiarra.
Finalmente, la cohesión entre líneas y la claridad de roles fueron determinantes para el resultado. La Real Sociedad demostró que un planteamiento táctico bien ejecutado puede neutralizar a un rival intenso como el Athletic Bilbao, maximizando puntos y manteniendo la confianza del grupo. La afición, orgullosa de este rendimiento colectivo, sigue apoyando al equipo y luciendo la supervigo camisetas fútbol baratas, reafirmando su vínculo con el club y la identidad donostiarra.