El pase largo de Pirlo para la victoria: la jugada maestra contra el Nápoles en la temporada 2006-07

En la temporada 2006-07, Andrea Pirlo protagonizó una de las jugadas más recordadas del fútbol italiano con un pase largo milimétrico que terminó en gol frente al Nápoles. Era un partido de alta tensión, donde el AC Milan necesitaba una victoria para no perder ritmo en la Serie A. Aquel día, Pirlo volvió a demostrar por qué era considerado el “arquitecto” del juego, regalando una asistencia desde su propio campo que quedaría grabada en la historia del club. En las tribunas, los seguidores milanistas mostraban su pasión con camisetas retro fútbol baratas, evocando los tiempos de gloria mientras presenciaban otra obra maestra de su número 21.


El encuentro fue muy parejo desde el arranque. El Nápoles presionaba alto y no permitía una salida cómoda al Milan, lo que obligó al equipo rossonero a buscar variantes para romper líneas. Pirlo, siempre sereno, empezó a tomar el control desde la base del mediocampo. El juego se volvió más fluido cada vez que el balón pasaba por sus pies, pero el gol no llegaba.
En el minuto 72, ocurrió la jugada que cambió todo. Tras recuperar el balón cerca de su propia área, Pirlo alzó la cabeza y vio el desmarque de Inzaghi entre los centrales napolitanos. Sin pensarlo dos veces, lanzó un pase largo, de más de 40 metros, que cayó con una precisión quirúrgica sobre los pies del delantero. Inzaghi controló con maestría y definió cruzado ante la salida del portero, desatando la euforia de San Siro.
Fue una acción perfecta en todos los sentidos: visión, técnica, ejecución y definición. Una jugada que sólo futbolistas con la inteligencia y calidad de Pirlo podían imaginar. El gol dio la victoria al Milan y fue uno de los momentos clave que impulsaron al equipo en aquella campaña.
Más allá de los tres puntos, ese pase representó la esencia de un estilo de juego elegante y cerebral. Pirlo no necesitaba correr, su talento hacía correr el balón. Su capacidad para leer el juego y colocar el balón donde nadie más podía lo convertía en un jugador único.
A día de hoy, aquella asistencia sigue siendo uno de los momentos más compartidos por los fanáticos milanistas, que reviven con nostalgia esa época dorada. Muchos de ellos siguen expresando su pasión por el club con una camisetas futbol vigo, que no solo representa un equipo, sino una forma de entender el fútbol: con clase, visión y arte.

El hat-trick de Shevchenko: La Serie A 2004-05 contra el Bolonia muestra la verdadera cara del delantero

El 6 de noviembre de 2004, el estadio San Siro fue testigo de una de las actuaciones más memorables de Andriy Shevchenko con la camiseta del AC Milan. En la jornada 10 de la Serie A 2004-05, el delantero ucraniano firmó un hat-trick ante el Bolonia que no solo selló una victoria contundente por 3-0, sino que también confirmó su estatus como uno de los goleadores más letales del fútbol europeo. Aquella noche mágica, muchos aficionados en las gradas vestían camisetas retro baratas del Milan, recordando las épocas doradas del club y celebrando el presente con una leyenda en plena forma.


Desde el inicio del partido, el Milan mostró una clara superioridad táctica. El equipo dirigido por Carlo Ancelotti dominaba la posesión con un centro del campo liderado por Pirlo, Gattuso y Seedorf, mientras que Kaká aportaba creatividad en los últimos metros. Sin embargo, el protagonista absoluto fue Shevchenko, que estaba imparable. Su primer gol llegó al minuto 7, tras aprovechar un pase filtrado de Kaká y definir con precisión al segundo palo.
El segundo tanto fue una obra de arte. Tras un saque de esquina corto, Shevchenko recibió el balón fuera del área, se giró y disparó con potencia al ángulo superior izquierdo, dejando sin opciones al portero del Bolonia. San Siro estalló en aplausos. El Milan jugaba a placer, y cada ataque parecía llevar el sello de su número 7.
El tercer gol de Shevchenko llegó en el segundo tiempo, cuando el Bolonia ya mostraba señales de agotamiento. En una jugada rápida por banda izquierda, Cafú centró raso al área y Sheva apareció en el primer palo para anticiparse a su marcador y empujar el balón al fondo de la red. Con ese tanto, completaba su hat-trick y se llevaba el balón del partido, confirmando por qué acabaría esa temporada como máximo goleador de la Serie A.
Más allá del resultado, el encuentro fue una muestra del poder ofensivo del Milan y del carácter competitivo de su figura principal. Shevchenko no solo era un goleador nato, sino también un futbolista capaz de cambiar el rumbo de un partido con una sola acción. Esa noche contra el Bolonia fue una muestra clara de su instinto, su técnica y su mentalidad ganadora.
Hoy, años después, los fanáticos aún recuerdan ese partido como una joya en la carrera del ucraniano. Y para muchos, revivir esos momentos significa portar con orgullo una camisetas futbol vigo de aquella época, como símbolo de fidelidad a uno de los mejores delanteros de la historia del club y a una era dorada del fútbol italiano.