«Creo que ha sido una batalla dura contra Fernando, pero bonita, con respeto y peleando por un podio que se merecen él y Aston Martin por el trabajo que han hecho», reconocía Sainz, triste por su cuarto puesto final, aunque a la vez alegre por el logro de Alonso, camiseta japón mundial su ídolo. «Tengo curiosidad por ver si en Yeda somos igual de competitivos», desafió el asturiano, convencido de que el potencial del Aston Martin da para seguir soñando.