odio eterno al futbol moderno camiseta

Claro que con el tiempo y la conversión definitiva del fútbol en puro negocio, llegaron casos como los de Li-Ning, la marca deportiva que vistió al Sevilla, que decidió traducir los nombres de los futbolistas al chino para abrir el mercado asiático. Cuánta imbecilidad, cuánto capricho en un fútbol que ha perdido el sentido colectivo del juego y que cada vez es menos de sus aficionados, a quienes se les trata como meros clientes.